Reto módulo 2
RETO MÓDULO 2.☺
Las Sinsombrero. Las mujeres de la generación del 27
En la década de 1920, hubo varias mujeres que se atrevieron a quitarse el sombrero en plena Plaza de Sol. Lo que hoy puede parecer un gesto sin importancia en ese momento no fue fácil, pues la dictadura franquista reprimía cualquier protesta o movimiento social y político. Fue toda una revolución.
Ellas hicieron historia al luchar por los derechos de las mujeres. Querían crear un mundo nuevo y trabajaron mucho para que sus voces se escucharan y así poder lograr un cambio significativo en la sociedad española.
Las sinsombrero fueron mujeres valientes en una época en la que la libertad no era más que una ilusión.
Vamos a hablar de una de estas mujeres injustamente olvidadas que, sin lugar a dudas, fue la más importante entre el grupo femenino de la generación del 27.
Ernestina de Champourcín.
El 10 de julio de 1905 en Vitoria, nació Ernestina de Champourcín. Era hija de un matrimonio formado por Antonio Michels de Champourcín y Ernestina Morán de Loredo Castellanos, familia conservadora, católica y con un status alto ya que su padre era abogado y Barón de Champourcín.
Siendo aún una niña se traslado junto a su familia a Madrid donde prosiguió con sus estudios, dando especial importancia a los idiomas. Hablaba y escribía con suma perfección el francés, inglés y el castellano. Tenía amor por la lectura. Desde niña recibió una educación muy esmerada con profesores particulares y se examinó como alumna libre de bachillerato en el Instituto Cardenal Cisneros. Aunque quería estudiar en la Universidad no pudo hacerlo por la oposición de su padre. A pesar de ello, Ernestina pudo dedicarse a su pasión, la poesía. Fue una de las tres primeras mujeres que publicó poesía en este siglo, y solía decir que su vida estaba en sus libros. Decían que su poesía era profunda y ligera, suave y contundente, en una palabra, melodiosa.
En el Lyceum, Ernestina conoció al que fue su marido, también poeta Juan José Domenchina. Al estallar la guerra civil se vieron obligados a abandonar Madrid. Emprendieron un éxodo por Valencia, Barcelona y Francia hasta que en 1939 lograron exiliarse en México. Durante los primeros años de exilio redujo su actividad literaria. No regresó a España hasta el año 1973, volviendo a instalarse en Madrid. En sus últimos años recibió numerosos premios y reconocimientos y fue candidata, además, al Premio Príncipe de Asturias de las Letras.
Ernestina empezó desde muy joven a escribir poesía y pasados los 90 años, todavía seguía escribiendo. De sus obras más destacadas podemos señalar «En silencio», «Ahora» o «La voz en el viento».
Fue una de las primeras defensoras de los derechos de la mujer. Sus escritos tuvieron un gran impacto en el desarrollo de la literatura española.
El descubrimiento más fascinante, para mí, ha sido el de Ernestina de Champourcín. Fue una de esas mujeres con valor suficiente como para hacerse un hueco en el ámbito literario del tiempo que le tocó vivir. Luchó por no ser tipificada, por tener el mismo espacio que los hombres. Nunca quiso que la llamaran poetisa, prefería el término poeta. Y fue poeta.
Fue la más trasgresora de todo el grupo y a la que se sumió en el olvido mas cruel. Todas ellas, las 10, mostraron esa lucha, esa necesidad de ocupar el lugar que les correspondía.
Durante toda su vida Ernestina de Champourcín persiguió la igualdad y dignidad entre hombres y mujeres. Ernestina nunca compartió la idea de que la mujer tuviera que tener un papel distinto y aunque en los últimos años renegó de la palabra feminismo, lo cierto es que sus actos y sus escritos inspiraron a muchas mujeres de la época a no solo escribir sino también publicar.
Algunos críticos creen que fue la que impulsó aquel movimiento a las que hoy llaman las Sinsombrero. Una mujer más para recordar.
FUENTES:
-Historia.com (El pasado es el futuro).
-El Mundo (Historia).
-Zenda (Autores, libros y compañía).
-Biblioteca Digital (Memoria de Madrid).
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